La filósofa advierte que la valenciana será una sociedad cainita si creemos que vivimos en un mundo en conflicto donde conviene crear polarizaciones tras un evento de tanta gravedad como la DANA. «Sólo seremos una sociedad humana si cooperamos para que nadie quede excluido»
A Adela Cortina le pilló la DANA lejos de casa, en alguno de sus innumerables compromisos en los que reclaman las palabras siempre certeras de una de las filósofas más reputadas de nuestra época. De hecho, estas últimas semanas estaba en plena promoción de su último libro, ‘¿Ética o ideología de la Inteligencia Artificial?’, y reflexionando sobre el hecho de nunca hubiera imaginado escribir sobre una tecnología, dedicada como ha estado siempre a la ética, y llegando a la conclusión de que el pensamiento no sólo es razón, sino también emoción, y que hay una razón, la del corazón, que la IA nunca tendrá en cuenta porque no es un ser humano. La filósofa valenciana siempre ha tenido una mirada muy pegada a la realidad que la envuelve, «de mancharse las manos», como ella misma dice, y de hecho desde la Fundación ÉTNOR ha buscado bajar a la tierra algunas de sus ideas sobre la importancia de la ética en la vida de las personas y las instituciones. Porque Adela Cortina cree que la filosofía «tiene que cambiar las cosas». En esta entrevista, reflexiona sobre algunas de las cuestiones que la DANA ha hecho aflorar, como el papel de los jóvenes, el descrédito (cada vez mayor) en la clase política y apunta cómo debería ser la sociedad que nazca tras un evento tan devastador como el que ha sufrido Valencia, aportando precisamente esa lucidez a la hora de pensar cómo hacer un mundo mejor, «y cómo hacerlo todos juntos».
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