Ante la masacre no cabe sino apoyar a fondo perdido al pueblo agredido y también valorar algunos principios de la UE como la hospitalidad y la toma de conciencia de su responsabilidad como actor mundial
El 24 de febrero Vladímir Putin invadió Ucrania. Había asegurado públicamente que no tenía intención de hacerlo, pero más tarde se supo que el 18 de enero ya había decidido la invasión. Los esfuerzos de Macron por dialogar y alcanzar acuerdos no podían tener ningún éxito, y, sin embargo, es preciso dejar constancia de que recurrir a la deliberación y al diálogo en lo posible es la tarea que cumple al hombre que —como diría Max Weber— tiene vocación política, mientras que la mentira sistemática es el recurso del tirano acostumbrado a manipular tod…
Para continuar leyendo puede ir directamente a la fuente El País