Valencia 18/12/24. Carmen González Enríquez, experta en inmigración y políticas migratorias, se ha referido a los diferentes intereses y realidades geográficas que dividen a Europa en materia migratoria, un asunto “complejísimo” y multifactorial que impacta en la sociedad, y que en su reacción plantea no pocos dilemas legales y éticos. También se ha referido a las mayores restricciones al asilo y a la inmigración espontánea, sobre todo la proveniente de África, en un momento en el que el mercado de trabajo europeo necesita y necesitará una inyección de mano de obra. La conferenciante aboga por invertir en la formación de jóvenes en origen, invertir directamente en África. “Si no llegan jóvenes que podamos integrar en el mercado laboral seguiremos padeciendo un déficit de competitividad y seguirán las políticas restrictivas”, advierte.
Con la conferencia “Asumir con altura el reto de la migración. Una perspectiva europea” Carmen González, catedrática de Ciencia Política en la UNED e Investigadora Principal del Real Instituto Elcano, ha participado en la última sesión del año de la trigésimo cuarta edición del Seminario de Ética Económica y Empresarial de la Fundación Étnor que este curso se titula “¿Es posible llegar a entenderse en una sociedad pluralista?”.
La conferencia, organizada en colaboración con la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV), ha sido introducida por Empar Martínez, secretaria general de FEMEVAL y Pedro Coca, presidente de Étnor. Coca ha tenido palabras de recuerdo y solidaridad con los afectados por la dana: “El proceso de recuperación de los daños humanos y materiales va a ser largo, no nos olvidemos de ellos, van a seguir necesitando de nosotros, de nuestras mejores capacidades para ayudar a las miles de personas y empresas afectadas”.
Radiografía de la inmigración en la UE
La UE es el principal receptor de migrantes, cerca del 30% del total mundial. La reunificación familiar y los estudios son las principales vías de entrada, además de la migración de temporada y la cualificada, o la vía del asilo o refugio muy importante en países como Alemania. El resto de la migración que recibe Europa llega de forma irregular, “no solo en cayucos, también a través de los aeropuertos”, explica la ponente, y destaca la reducida movilidad interna entre los países de la UE en comparación con EE. UU. “La UE todavía está formada por islas de mercado de trabajo. Conseguir mayor movilidad es un objetivo inalcanzado, pero es un objetivo, porque la UE compite con los grandes mercados de trabajo, compite con China y con EE. UU.” Y considera la ponente que, “la falta de un mercado de trabajo unificado es una debilidad importante para la competitividad de la UE”. El idioma, las dificultades de acceso a la vivienda, o la homologación del talento, serían algunas de las causas de este déficit, y “otro fracaso de la UE”, opina la ponente, es la pérdida de talento. La UE debe atraer talento si quiere recuperar posiciones en el ranking de competitividad.
África será el único territorio en el que seguirá creciendo la población y la UE necesita migrantes, explica Carmen González; se avanza a una pirámide de edad invertida y el sistema de pensiones, crucial en el estado de bienestar europeo, no puede sostenerse con un modelo en el que cada vez son menos los que trabajan en relación con los que no. “Necesitamos atraer migrantes capaces de encontrar trabajos bien remunerados porque son estos salarios los que aportan cotizaciones a la Seguridad Social”, defiende Carmen González, y de ahí la dificultad de solucionar el problema demográfico y económico que genera con una migración masiva y espontánea, “necesitamos puestos de trabajo productivos que aporten al sistema de pensiones”. En opinión de Carmen González, la UE ha vivido de espaldas a África, “si quiere tener alguna posibilidad de condicionar el tipo y cantidad de migración que llega de África tiene que reforzar la presencia y estrechar los débiles lazos que hoy existen”.
Carmen González también se ha referido a las emociones y temores que genera la migración en la opinión pública, a la incapacidad de Europa de acabar con estos movimientos, a su utilización como “arma de guerra política” y a la extensión de la xenofobia y los discursos antiinmigración que cuentan con un amplio respaldo social, lo que ha derivado en los últimos años a posiciones más restrictivas en el campo migratorio”. Y ejemplifica con la penalización a ONGs por rescatar a inmigrantes en el mar y con la externalización en centros de retención que ha intentado Italia en Albania.
En la reacción al movimiento migratorio en Europa, la ponente distingue tres áreas geográficas: el este, que rechaza la acogida obligatoria de migrantes; la zona sur -Italia, España, Grecia- que solicita mayor solidaridad en el reparto y la ayuda a la acogida; y los países del centro y norte de Europa, cuyo objetivo es evitar movimientos secundarios y la llegada a sus países.
Refugiados y dilemas legales y éticos
España es el tercer país de la UE en solicitudes de asilo, la mayoría de América latina. La atención al refugiado plantea diversos dilemas, expone Carmen González, que reclama a Europa “más esfuerzo, más dinero destinado a atender a los refugiados en países seguros, que los hay”. Considera también que se debe invertir no sólo en organizaciones de atención a refugiados, sino que “se debe hacer todo lo posible para que la economía de esos países sea lo bastante rica y esos refugiados puedan salir de los campos e integrarse en la sociedad”.
Respecto a los dilemas legales, todos los estados de la UE tienen obligación de asilo, y todos hacen lo posible para que lleguen el menor posible de asilados, explica la ponente, “todos hacen el calculo de que no podrán mantener su estado de bienestar con una política de puertas abiertas”. Finalmente, Carmen González se ha referido a los dilemas éticos que plantea la inmigración y a la obligación, o no, de los países ricos de colaborar con esta situación crítica que la ponente califica de “nueva realidad”.