La catedrática de Ética y Filosofía Política de la Universitat de València y directora académica de Étnor, Adela Cortina, inauguró este jueves la trigésimo quinta edición del Seminario Permanente de Ética Económica y Empresarial de la Fundación Étnor que tiene como título «La misión de Europa: del conflicto a la cooperación«. En ella, Cortina planteó cómo poder alcanzar la cooperación en una sociedad “tan crispada y tan polarizada” como la actual.
Cortina definió el debate sobre si existe la posibilidad real de la cooperación como “una pregunta retórica” e hizo hincapié en los inexistentes beneficios del conflicto. Fue entonces cuando puso el foco en la sociedad actual, descrita como “crispada y polarizada”.
“¿No es más inteligente la cooperación que el conflicto? Estoy convencida de que sí. Pero vivimos en un mundo realmente estúpido. El conflicto no beneficia a nadie”, señaló.
El altruismo biológico como punto de partida
El camino hacia una cooperación social debe iniciarse a través de unas bases biológicas y unos fundamentos que, según destacó Cortina, tienen sus orígenes en el libro ‘El origen de las especies’ de Charles Darwin y en el concepto de altruismo biológico. “Sí hay una base evolutiva que premia a los que son altruistas”, explicó.
Pero para llegar a ese premio existen dos tipos de reciprocidad, la indirecta y la directa. Desde el prisma de la sociedad, la indirecta es la fundamental para encontrar la cooperación. Así lo valoró Cortina: “Los seres humanos estamos dispuestos a dar con tal de recibir algo a cambio y esa es la verdadera racionalidad”.
“Si no recibes ningún retorno, nada te lleva a prosperar. Es hermoso darse cuenta de que el ser humano no es un egoísta total sino un animal reciprocador”, añadió, antes de centrarse en la situación de la Unión Europea.
“Por supuesto que tenemos bases para la cooperación”
Entrando en la respuesta a la pregunta que encabezó su discurso, Cortina aseguró que las bases para la cooperación sí existen y, para justificar su respuesta, realizó un recorrido histórico sobre Europa. “Ha demostrado en su historia que ha sido capaz de pasar del conflicto a la cooperación en muchísimas ocasiones”, afirmó.
“Su historia es realmente conflictiva. Recuerdo las guerras salvajes en la Edad Media que cambian con el Renacimiento y los Humanistas hacia sociedades no tan conflictivas y que van creando valores comunes, valores que había que universalizar como la libertad, la igualdad o la solidaridad, que los querían para todo el mundo”, recordó Cortina.
También valoró la situación actual del continente europeo: “Claro que está en horas bajas, pero hay una serie de naciones y organizaciones que demuestran que somos una humanidad y que tenemos interés en cooperar y no en entrar en conflictos. Hay que defender la Unión Europea por encima de todo. Es la única manera de tener una humanidad mejor y creo que se puede hacer y lo tenemos que potenciar. Es un muy momento muy importante”.
¿Puede un pueblo de demonios preferir la paz a la guerra?
La reflexión final del discurso, además de marcar “la paz” como meta, apuntó a tres de los líderes mundiales que más exposición tienen en la actualidad. “Sería bueno que Netanyahu se acordara de las maravillosas palabras de Isaías cuando dijo ‘qué alegres son los pies del mensajero que anuncia la paz’. Sería maravilloso que Putin se acordara de los clásicos rusos que trabajaban por la paz. Y Trump podría ir pensando en las tradiciones americanas que buscaban la cooperación y no el conflicto”.

Cortina cerró su comparecencia recordando al filósofo Immanuel Kant y afirmando que hasta los seres más inmorales son capaces de preferir la paz: “Hasta un pueblo de demonios, que no tienen sensibilidad moral, preferirían la paz a la guerra y la colaboración al conflicto con tal de que tengan inteligencia. Si tenemos inteligencia buscaremos la paz y no la guerra”.
XXXV Seminario Étnor
Después de la conferencia de Adela Cortina, que sirvió como inauguración del seminario junto con la bienvenida por parte de Agnès Borel, presidenta de Libertas 7, se celebró un debate en el que siguió planteando cómo alcanzar esa paz y esa cooperación para dejar atrás el conflicto. Además, el acto contó con la participación del presidente de la Fundación Étnor, Pedro Coca, quien cerró la primera jornada del seminario.