Clausura del XXXIII Seminario Permanente “Empresa y democracia” 2023 – 24
6 de junio de 2024
Excelentísima Alcaldesa de Valencia, Honorable Consellera de Hacienda, Economía y Administración Pública, querido Juan Roig, querida Adela Cortina, presidente de la CEV, presidente de la Cámara, presidenta de EDEM, miembros del Patronato de la Fundación Étnor, amigas y amigos:
En el mes de septiembre del año 2001, a la vez que se producía un giro en la situación geopolítica a nivel mundial, la Fundación Étnor organizó en Valencia la decimocuarta conferencia de EBEN (Red Europea para la ética en las empresas). Las conferencias se celebraron en la sala Joaquín Rodrigo del Palau de la Música. Dos filas delante de mí estaba sentado Juan Roig atendiendo a alguna de estas conferencias. Observé que en determinados momentos sacaba del bolsillo de la chaqueta una libreta y un bolígrafo y tomaba algunas notas. No era la primera vez que Juan Roig participaba en seminarios o talleres de Étnor.
En el año 2002, es decir al año siguiente, Mercadona encargó a Étnor una auditoría ética que se prolongó durante los años 2002 y 2003. Nuestro director de proyectos, el catedrático Domingo García Marzá, define aquella auditoría como: “única, innovadora y sobre todo arriesgada para una época en la que nunca se había hecho un proyecto de este tipo y de esta magnitud con más más de 3000 encuestas realizadas a pie de caja”.
En el año 2011, Mercadona formó parte del grupo de 50 empresas que por invitación de Étnor y en colaboración con la Asociación Valenciana de Empresarios, se adhirieron al Pacto Mundial.
Dice nuestra directora Adela Cortina que la ética en la empresa es rentable a largo plazo y creo que Juan Roig ha puesto todo su empeño en demostrar que Adela tiene razón. ¡Magnífico ejemplo de colaboración teórico – práctica a favor de la ética de la empresa! Desde Étnor os damos las gracias a los dos.
Clausuramos hoy nuestro trigésimo tercer seminario bajo el lema “empresa y democracia”. En él, después de que nuestra directora académica enmarcara el propósito general del seminario, hemos dialogado sobre:
- La participación de los trabajadores y la eficiencia económica de la empresa.
- Sobre el cambio climático y las aproximaciones al mismo desde las perspectivas de China, Europa y los Estados Unidos.
- Hemos preguntado a los empresarios ¿por qué si hay trabajo hay desempleo?
- Otra pregunta sobre la que hemos dialogado es si se puede moderar el avance de la IA.
- Hemos querido saber por qué vivimos el momento más peligroso del último medio siglo.
- Hemos debatido ¿para qué sirven los mayores? y la incidencia de la prolongación de la vida en la empresa y la democracia.
- El pasado mes de mayo le preguntamos a Jesús Conill si es necesaria la conciencia moral para la empresa y la democracia.
- Y hoy hemos cerrado el seminario con la conferencia de Juan Roig sobre “el orgullo de ser empresario”
El año pasado, en mis palabras de clausura, defendí la dignidad del empresario. En Étnor entendemos la empresa -y al empresario- como actores sociales muy relevantes y con mucho poder y, por tanto, elevada responsabilidad. Nuestra sociedad necesita buenas empresas y empresarios excelentes para construir una sociedad mejor. Y esos empresarios excelentes son los que sienten orgullo de serlo como nos ha explicado Juan Roig en su intervención de hoy.
Desde sus inicios, la Fundación Étnor guiada por el pensamiento de Adela Cortina y la Escuela de Valencia, ha defendido y sigue defendiendo, en estos tiempos aún con mayor intensidad, la importancia de la sociedad civil para la salud democrática de nuestro país. Recorre por la sociedad un sentimiento de hipertrofia de la política ocupando ésta un espacio excesivo. No creemos que se deba responsabilizar a la política de esta realidad; la política −o cualquier otro grupo social− ocupará todo el espacio que encuentre disponible. Es tarea de la sociedad civil buscar el equilibrio y que los diferentes actores sociales asuman la responsabilidad e importancia de su papel.
El modelo en España de economía social de mercado ha dado muy buenos resultados durante los últimos cuarenta y cinco años. Conviene recordar que la economía social de mercado se basa en la iniciativa privada, la propiedad privada, la competencia, la responsabilidad y la libertad y seguridad jurídica. No podría funcionar un modelo de economía social de mercado sin la figura de la empresa y de su creador: el empresario.
La fundación Étnor aporta a este sistema económico y social aquello que le es propiamente suyo: la promoción de la ética en la empresa. En última instancia lo que diferencia a una empresa de otra es su reputación: los valores que la constituyen, que hacen de guía para su relación con todos los grupos de interés afectados. Dice Juan Roig: “El bienestar de la sociedad depende del número de empresarios honrados que exista, cuanto mayor es el beneficio compartido, mejor es para el país”. Esta es nuestra razón de ser, trabajar por el bienestar de la sociedad desde la perspectiva de la ética empresarial.
Como sabéis, el seminario es, desde hace treinta y tres años, la columna vertebral de la acción de Étnor; sin embargo, no es la única. En este curso hemos trabajado en colaboración con la Consellería de Hacienda, con el Ayuntamiento de Valencia, con la Universitat de Valencia, la Politécnica, La Jaume I de Castellón, Con la Universidad EAFIT de Colombia, con la Asociación Valenciana de Empresarios, con la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana, con FEMEVAL, el grupo social de la ONCE y la confederación Plena Inclusión.
En el año 2023 presentamos las conclusiones del segundo taller AVÉtnor que versó sobre sostenibilidad. Nuestra directora, Adela Cortina, fue ponente en las sextas jornadas Paco Pons y participó en la presentación del primer barómetro de valoración del empresario.
Toda nuestra actividad está recogida en la memoria anual que tenéis a vuestra disposición en la página web de Étnor.
Hasta aquí lo que hemos llevado a cabo en este curso que hoy finalizamos. Quiero dedicar unos momentos a explicaros lo que queremos hacer en el seminario 2024 – 2025.
Una preocupación sobre el clima social recorre diversos países del mundo y la sociedad española no es ajena a este fenómeno: me refiero a la POLARIZACIÓN.
En el mes de octubre pasado, cuando Adela inauguró este seminario que hoy clausuramos, dijo: “Las polarizaciones nos están destrozando como sociedad, pero las empresas pueden hacer mucho para cambiarlo”. A este gran tema queremos dedicar la trigésimo cuarta edición del seminario que comenzará en octubre próximo.
La polarización no es un hecho espontáneo. Se va alimentando poco a poco a base de arrinconar el debate y sustituirlo por el “y tu más”. El problema es que se alimenta un proceso que, en algún momento, deja de ser controlable, con consecuencias imprevisibles y, con toda seguridad, negativas para la inmensa mayoría de los ciudadanos.
Como contraposición a la polarización tenemos el recurso del diálogo. Debemos recuperar el arte de dialogar desde la diferencia, incluso desde la discrepancia, pero siempre desde el respeto. Dije antes que en los últimos cuarenta y cinco años nuestro país ha avanzado a niveles entonces inimaginables y lo hemos hecho siempre desde el diálogo. ¿Acaso no fue la transición española uno de los mayores ejercicios de diálogo que llevo a cabo nuestro país en el siglo XX? De ahí debemos partir para volver a poner en valor el diálogo social, el diálogo político, el diálogo intercultural e interracial, el diálogo intergeneracional y tantos otros diálogos imprescindibles para recuperar el clima de confianza social.
Dice Adela que las empresas pueden hacer mucho en este sentido. Una vez más, tiene razón. En el siglo actual, en los países democráticos, las empresas sólo pueden desenvolverse en un clima de diálogo permanente con todos sus grupos de interés. Es un ejemplo que debemos seguir. ¿Se imaginan a una empresa diciéndole a sus grupos de interés: “Y tu más”? ¿Cuánto iba a durar en el mercado? Por eso les pediremos a los empresarios que nos expliquen cómo gestionan este hacer dialógico en sus diversos y cambiantes entornos.
Estáis todos cordialmente invitados a participar en el próximo seminario. Es más, necesitamos que participéis en el próximo seminario.
Antes de terminar mi intervención con algunos agradecimientos, deseo felicitar en nombre de la Fundación Étnor a uno de nuestros más estrechos y leales colaboradores: Paco Perez. Ayer conocimos que ha sido galardonado con el Premio Jaime I de Economía de esta edición; mañana recibirá en Madrid el Premio de Economía Emilio Ontiveros. Es un orgullo y una satisfacción compartida que se reconozca su brillante labor como economista. ¡Enhorabuena Paco!
Y ahora sí, finalizo dando las gracias. Gracias a nuestros patronos, comisión ejecutiva, empresas y colaboradores. Gracias a CaixaBank que sigue apoyando nuestra fundación como colaborador principal; gracias a Válvulas Arco, Mutua Levante, Pavasal, Avanza Urbana Siglo XXI y Mediterráneo VDL que se han incorporado durante este curso a Étnor como empresas colaboradoras. Y este año un agradecimiento muy especial al Ayuntamiento de Valencia que se ha incorporado como colaborador principal a la Fundación y a nuestro Patronato. Es un firme compromiso de la ciudad de Valencia con la ética, que la propia Alcaldesa, María José Catalá, ha impulsado desde el inicio de su mandato. Gracias Alcaldesa. Gracias a todas las personas que nos acompañan desde hace tantos años en los seminarios y demás actividades de la Fundación. Gracias a los equipos de trabajo de la Fundación Étnor, de AVE, de la CEV y de Libertas 7 ayudándonos incondicionalmente en todo lo que les pedimos. Gracias al equipo de Mercadona por haber hecho tan fácil la presencia y participación de Juan Roig en esta clausura. Gracias Juan por tu presencia hoy aquí y por el respaldo que desde hace muchos años das a Étnor y gracias muy especiales a Adela Cortina y Jesús Conill por su enriquecedora sabiduría que nos permite seguir descubriendo que ética y empresa, desde hace ya bastantes años, no son como el agua y el aceite. Me atrevo más bien a decir que son como el agua y el arroz en una paella: ingredientes imprescindibles de una buena sociedad.
¡Gracias!
Fotogalería por Eduardo Alapont