Valencia 09/11/23. Vicente Salas, catedrático emérito de organización de empresas de la Universidad de Zaragoza y experto en análisis económico, ha participado en el XXXIII Seminario de Ética Económica y Empresarial de la Fundación Étnor que esta edición 2023-24 lleva por título “Empresa y Democracia”.
En su conferencia “Participación de los trabajadores en la empresa y eficiencia económica”, Vicente Salas ha analizado el modelo participación de los trabajadores en las empresas en el centro y norte de Europa, así como el impacto en su cuenta de resultados, el bienestar de los trabajadores y las posibles implicaciones para la economía española.
Organizada en colaboración con la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV), la conferencia ha sido introducida por la directora académica de Étnor, Adela Cortina y Francisco Pérez, catedrático de Análisis Económico de la Universitat de Valéncia y director de Investigación del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) que sitúa al ponente como “uno de los referentes más sólidos desde el punto académico y también moral para los economistas españoles”. Pedro Coca, presidente de Étnor, ha clausurado el acto.
Participación en la empresa
En su intervención, Vicente Salas distingue tres niveles de participación de los trabajadores en la toma de decisiones de la empresa. De más a menos, el máximo nivel corresponde a las cooperativas de trabajadores; el segundo nivel a la participación representativa, a la presencia de los trabajadores en los órganos de gobierno de las sociedades de capitales; y el tercer nivel corresponde a la participación que ya forma parte de las decisiones de gestión de la empresa al entender que se gana en eficiencia.
El debate de la “democracia en la empresa” o “democracia industrial” empieza en la participación representativa, también denominada “co-determinación o cogestión”, que viene definida por ley, y en la participación plena, que es el caso de la cooperativas. Asimismo, aclara el ponente, el concepto de “capitalismo compartido” quedaría fuera de lo que llamamos la democracia en la empresa, ya que trata de defender la participación de los trabajadores en los resultados financieros de la empresa, pero siempre bajo la autoridad y decisión de la dirección de la empresa.
Justificación de la participación
Vicente Salas expone tres perspectivas que justifican la participación de los trabajadores en la empresa. Así, desde la filosofía moral y política se utilizan similares argumentos a los que justifican la democracia como organización política y social, “la co-determinación como protección de la democracia al disminuir el poder de las grandes corporaciones”, apunta Salas. En segundo lugar, la justificación desde la equidad en el reparto de la riqueza, “la participación de los trabajadores se contempla como una forma de recuperar su poder negociador y revertir la tendencia de pérdida de peso relativo de las rentas del trabajo en el valor añadido de las empresas”. La tercera justificación tiene como argumento la eficiencia productiva, “la participación favorece un mejor aprovechamiento del capital humano, incentiva la inversión en el mismo y favorece la auto realización y bienestar de los trabajadores”.
En los últimos años, explica el ponente, distintos partidos políticos, también de derechas, han presentado propuestas políticas en el mundo anglosajón a fin de incorporar elementos de representación de los trabajadores marcados por ley. En España tendríamos la iniciativa de Participación Democrática impulsado por economistas, sindicalistas y personalidades que apoya la participación de los trabajadores.
Impacto económico de la co-determinación
La co-determinación o cogestión se refiere a la representación de los trabajadores en los órganos de gobierno y gestión de las empresas que viene establecida por ley. Esta obligación legal puede estar a un doble nivel: con representación en el consejo de administración de las empresa, modelo frecuente en el centro y norte de Europa, y con representación en el puesto o centro de trabajo a través del comité de empresa.
Los economistas teóricos más clásicos consideran que la participación de los trabajadores en órganos de gobierno es un cauce para que los trabajadores capturen rentas que corresponden al capital, lo que llevará a una disminución de los beneficios, a una perdida de inversión y a una disminución del empleo y los salarios, explica Salas.
Sin embargo, “desde un punto de vista más optimista, se podría pensar que la co-determinación mejora los salarios, el bienestar de los trabajadores e incluso podría mejorar los resultados de las empresas”.
Lo que sí confirman datos macro y micro con una perspectiva histórica es que la incorporación de co-determinación en el mundo ha tenido un efecto mínimo, tanto en los resultados económicos de las empresas como el bienestar y satisfacción general de los trabajadores. Por tanto, “desde el punto de vista de la eficiencia, parece que la participación representativa, con las experiencias que hemos podido tener y que se han podido evaluar, habría servido mas como un complemento a toda una serie de instituciones ya establecidas en la economía”. Lo que sí confirma Salas es que la co-determinación favorece el intercambio de información que puede ser útil para que los trabajadores colaboren en las decisiones sobre las condiciones laborales inmediatas, pero, en cualquier caso, “la presencia de representantes de los trabajadores en los consejos de administración de las empresas no modifica sustancialmente la toma de decisiones de alto nivel”, entre otras razones, por ser minoría, concluye Salas.
Productividad y participación
Según confirman diversos estudios, existe una correlación entre la productividad de los países y el porcentaje de empresas que funcionan con un alto grado de poder en la decisión por parte de los trabajadores. Los países que puntúan con nota más alta son los del norte y centro de Europa, que son lo que tienen establecida la representación por ley. Sin embargo, apunta el ponente, este referente centroeuropeo no ha sido, hasta ahora, un modelo al que mirar desde España.