Valencia, 11/11/22. El XXXII Seminario Permanente de Ética Económica y Empresarial de Étnor que este curso 2022-2023 lleva por título “Valores humanistas para el siglo XXI: un reto también para las empresas” contó ayer con la participación del teniente general del Ejército Francisco Gan. En su conferencia “Hacia un nuevo orden geoestratégico” compartió con los asistentes su visión del nuevo orden geoestratégico mundial. Adela Cortina, y Pedro Coca, directora académica y presidente de Étnor, han presentado la conferencia que se ha organizado en colaboración con la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV).
En opinión del teniente general Gan, la globalización y las desigualdades, “que iremos apreciando de forma creciente”, son las dos características que definen el mundo actual. Antes de la crisis 2008 “estábamos resolviendo las desigualdades interiores y atenuando las exteriores. Ya no es así”, asegura, “las interiores han ido creciendo y las exteriores son una brecha que se va ampliando”. Y achaca esta brecha al capital humano, la tecnología y la capacidad de desarrollar de los países.
Ya en los años 90, EE. UU. planteó el escenario al que tendría que hacer su ejército en la segunda década del siglo XXI. Sería un escenario volátil, incierto, complejo y ambiguo, se previó. Y a eso, el ponente, en nuestro mundo, añade una variable más: la saturación de información, porque “tenemos más información de la que podemos procesar, digerir y discriminar para poder formarnos un criterio”. Además, es una información parcial, sesgada, falsa en muchas ocasiones y casi siempre manipulada, lo que “exige de nosotros criterio para valorar las fuentes y las opiniones y establecer relaciones dialécticas con otras personas”.
La estrategia, explica, es la herramienta por la que se aplica la geopolítica, y la geoestrategia es una parte de la geopolítica que analiza y relaciona los problemas de estrategia y de seguridad nacional con los aspectos geográficos. “La naturaleza marca, y mucho, las capacidades de proyección de los países”, asegura. Y añade “todos los mapas que vemos mienten, responden a una proyección de una voluntad política”. Lo que subyace detrás de la interpretación del mundo con fronteras son las conexiones de todo tipo: gasoductos, oleoductos, conexiones eléctricas y vía internet, carreteras, vías férreas… Y en concreto, el teniente general Gan se refiere a las conexiones de gas y al petróleo, que son “las venas” que transportan ese liquido indispensable para mantener la vida en el mundo.
Además de Ucrania hay 207 conflictos activos en el mundo hoy. “El mundo no es un lugar pacífico y, desgraciadamente, está siendo menos seguro de lo que era antes, asegura. La primera víctima de la guerra es la verdad, apunta en relación con la guerra de Ucrania que “recibimos una sola fuente de información sesgada, manipulada, y con una finalidad política”. El potencial económico y la información forman parte del “poder blando” que trata de hacer que la realidad sea lo menos traumática posible”. El “poder duro” es el gasto en defensa, la posibilidad que se concede el poder político en proyectar potencia al exterior en defensa de los intereses vitales, y los países con mayor inversión en defensa son EE. UU., China y la India, los mismos que más se proyectan económicamente.
El Foro Económico de Davos identifica y valora una serie de riesgos globales por impacto y probabilidad, entre ellos, el cambio climático. En el caso de España, entre los riesgos figuran las epidemias y pandemias, la vulnerabilidad en el ciberespacio, la inestabilidad económica y financiera que, en opinión de Gan, no solo se debe a la guerra de Ucrania. “La crisis energética, los precios descontrolados y el inicio de la inflación y la ruptura de cadenas logísticas, etc. es anterior a la guerra de Ucrania”, asegura el ponente. El relato bien calculado y sistemático hace perder la perspectiva, por eso “es importante el criterio, porque sin criterio no tenemos cultura cívica ni cultura política y no somos capaces de exigir a nuestros representantes que cumplan con el mandato que les hemos dado para que nos representen adecuadamente”. Otros de los riesgos globales que identifica España son la vulnerabilidad energética, los flujos migratorios, las campañas de desinformación y los efectos del cambio climático.
El teniente general Gan también se ha referido a los desafíos, aquello que prevemos que puede pasar y para lo que debemos prever planes de contingencia. Así, ante la inestabilidad económica debemos tener un banco central europeo y una política económica unificada. Ante la vulnerabilidad energética, debemos diversificar las fuentes de energía, y respecto a los flujos migratorios irregulares, “lo único sensato que se puede hacer es invertir en origen para generar oportunidades, generar clases medias y un desarrollo incipiente”.
EE.UU. es la potencia mejor organizada para hacer frente a los desafíos y China le está le está echando un pulso. Construye para ello un desarrollo económico autónomo a través de la denominada Nueva Ruta de la Seda que le permite la obtención de los recursos que requiere y poner en práctica el neocolonialismo que practica en muchos países africanos. Además, China ha establecido un poder militar aeronaval a través de la compra, construcción o utilización conjunta de bases aeronavales con una serie de países, el llamado Collar de Perlas Chino y en la guerra del 5G invierte más dinero en desarrollar tecnología sin contar con EE. UU. Respecto a la descarbonización, el ponente se ha referido al plan de China para construir 300 centrales nucleares de tercera generación hasta 2060.
El teniente general Gan también se ha referido a la franja Sahara Saheliana, el Golfo de Guinea y el Cuerno de África, territorio sujeto a un riesgo importante y con alto impacto, y al riesgo que supone la actuación del salafismo yihadista en los países de esta franja convirtiéndolos en países fallidos, con sus poblaciones sometidos a violencia extrema y donde se producen migraciones internas y un cambio en las orientaciones políticas y religiosas. “Si creen que esto está lejos es que no hemos medido bien”, asegura.
Para finalizar, el ponente se ha referido a las oportunidades en este escenario mundial y, entre ellas, al dominio de la información, la tecnología, la mejora de la capacidad humana y la inteligencia artificial, “siempre que responda a conceptos de carácter éticos y morales”. Otra oportunidad es la competencia en el espacio exterior, “al nivel de crecimiento que tenemos tendremos que colonizar otros mundos”, asegura. Por último, el teniente general Gan ha apelado a la oportunidad de crear un nuevo sistema internacional basado en reglas, “parecido al que se dio al acabar la II Guerra Mundial y que sirvió en lo político, lo económico y lo militar”.